La vida nos enseña cosas todos
los días… Hay quienes ni se dan cuenta de ese hermoso regalo que nos da el
universo. Y hay quienes agradecen, generando simplemente felicidad. La
felicidad también es contagiosa. Solo basta con ser felices con nosotros mismos,
y automáticamente creamos una onda radiactiva de felicidad y así los que estén
más cerca de nosotros sonreirán, al vernos sonreír.
Los días malos también son
aprendizaje… y cuando simplemente no tengas ganas de reír. Baila, escucha
música, lee. Date cuenta que las cosas
simples también tienen magia. Así que no dejes que los malos pensamientos sean
más grandes que tú.
Ama la vida y amate a ti. Ese es
el amor más racional y divertido que existe. Y más aún, ese es el secreto del
sentirse bien.